Cuantos días se requieren para la primera visita en New York
Cómo muchos de Usted, soy un viajero apasionado, que trato de disfrutar al máximo mis destinos vacacionales seleccionados, de forma tal que logre conocer, no solamente los puntos turísticos por excelencia, sino aquellos no tan turísticos, pero que resultan destacables para hacer completa mi experiencia de viaje.
Lo anterior ocurre particularmente con New York, toda vez que es una ciudad que ofrece infinidad de puntos turísticos imperdibles, pero también algunos no tan turísticos que resultan tan sorprendentes que no visitarlos, no tiene perdón.
Tips sobre cuantos días se requieren para la primera visita en New York
Sin embargo, este artículo tiene por propósito dar algunos “tips” sobre el número de días que deberíamos dedicarle visitando por primera vez la ciudad de New York, y obvio, partiendo del supuesto donde no se dispone de mucho tiempo, así como tampoco de mucho dinero. ¡Pues si tengo estas dos últimas en abundancia, para qué este artículo!
Viajar y conocer New York
Sin más rodeos, podríamos empezar indicando que 5 días completos, es decir, sin contar el día de arribo o salida, es una buena medida para una estancia vacacional en New York. Puesto que este tiempo permite, sin mucho afán, dedicarnos a conocer las principales zonas turísticas de New York (en otra oportunidad hablaremos de las que nos son tan turísticas), algunas de las cuales pueden implicar más de 4 horas al día, o trayectos diarios, que, si bien son rápidos por el excelente servicio de transporte público que existe, sin embargo, por la dimensión de la ciudad, implica disponer de 2 o 3 horas del día entre bicicleta, tren, metro, o taxi, este último si eres millonario. Hahahha.
Conocer en un mediodía el Chinatown, Little Italy y Brooklyn Bridge
Un día puede ser dedicado a la calle. Esto conlleva conocer en un mediodía el Chinatown, Little Italy y Brooklyn Bridge. Estos puntos de la ciudad son posibles recorrerlos en intensas caminatas que les va permitir sumergirse en una experiencia trasnacional en pocas cuadras, combinando un universo cultural, gastronómico y musical. Estos puntos son favorables para tomar unas excelentes fotos, poder compartir platos típicos, postres y ropa de China e Italia y comprar unos souvenirs al mejor precio de New York. Visitar el Brooklyn Bridge se recomienda que se deje para primeras horas del día o para el final, pues la vista de la ciudad en esos horarios es inigualable, y permanecerá por siempre en tus recuerdos.
El pulmón verde de Manhattan: Central Park
El otro mediodía del primer día puede ser dedicado al Central Park. Seguramente muchos dirían que todo el parque en bicicleta, se recorre en 40 minutos, y este tiempo sería suficiente y como decimos en Colombia “chuleado” el destino. Sin embargo, no lo creo tanto. Este parque, considerado como el pulmón verde de Manhattan, no basta con bordearlo para conocerlo, pues para hacer una verdadera inmersión en él, hay que descubrir todos sus secretos, que van desde los 4 lagos que lo conforman, hasta el Carousel y el Taver on the Green, este último unos de sus restaurantes más emblemáticos que abrió desde 1934.
Museo de Historia Natural es imperdible
El segundo día puede ser dedicado a museos. Si bien hay turistas que un día no les alcanza para descubrir los detalles de un museo, para este ejercicio, como no contamos con muchos días y mucho presupuesto, consideramos que tres o cuatro museos en un día, sería una medida, aunque un poco ajustada, apenas suficiente para hacer un buen recorrido. Recomiendo que uno de los museos imperdibles es el Museo de Historia Natural, ubicado a un costado de uno de los puntos del Central Park. Este museo es majestuoso e imponente, con un nivel de especificidad que, si no le dedicas al menos un mediodía para recorrerlo, no vale la pena que entres en él. Muy recomendado.
Museo del 9/11: una recarga de amor y esperanza
Para el siguiente mediodía, sea mañana o tarde, recomiendo conocer el Museo del 9/11. Entrar en este museo más allá de la sensación y emoción que puede representar en cada uno de nosotros estar ubicados en un lugar acechado por la violencia y crueldad del hombre, contiene una recarga de amor y esperanza por un mejor mañana. Es un trance espiritual muy fuerte. Por supuesto, no basta con entrar al museo, sino además se debe recorrer su plazoleta exterior, y detallar el monumento “las fuentes” que hoy en día existe en honor a las más de 3.000 víctimas que les fue arrebatada sus vidas en un instante de locura humana.
El museo más importante del mundo en arte moderno
Para terminar este segundo día se recomienda el Museo de MoMA, considerado por muchos el más importante del mundo en arte moderno. Este museo puede implicar un par de horas recorrerlo y en él se pueden apreciar en la cuarta y quinta planta, algunos de los cuadros más famosos de la historia.
New York cuenta con infinidad de museos, por lo que la decisión de disponer de un día para museos, y decidir a cuál ingresar, va ligado con los gustos y expectativas del turista.
Rascacielos de New York
El tercer día debe ser dedicado a los rascacielos de New York. Para nadie en un secreto que uno de los atractivos de esta ciudad, y puntualmente de Manhattan son sus grandes edificaciones que la circundan, y la hacen ser vista por muchos, como la capital del mundo. El día en pleno se pude ir entre el One World Trade Center de 104 pisos y ubicado al lado del Museo del 9/11, el emblemático y más registrado en el séptimo arte como el Empire State Building con 102 pisos, y el el Rockefeller Center con 72 pisos de altura.
La vista de la ciudad desde estos edificios ayuda a dimensionar la grandeza de New York, y lo tan pequeños que somos como materia para el universo. Subir estos edificios y muchos más, es todo un show muy americano, cargado de efectos especiales, juego de cámaras, sensación de virtualidad y realidad, videos, restaurantes temáticos, algo de historia, entre otros atractivos que dejaran al final del día, la impresión que el mundo se mueve a tus pies.
Símbolo mundial de la libertad
Para el cuarto día recomiendo visitar el símbolo mundial de la libertad. La mismísima Estatua de la Libertad. Existe muchas formas y medios de transporte para llegar a ella, (para los ricos el avistamiento desde un helicóptero, debe ser genial) pero sugiero que trates de llegar a la isla en bote o ferri para poder recorrer sus jardines, entrar al museo que está al respaldo de Lady, tomar todas la fotos que se pueda para nunca olvidar la majestuosidad de esta obra que fue regalada por los franceses a los americanos, y eso sí, por favor no dejen de comer la hamburguesa con su generosa tocineta que pueden encontrar en el restaurante ubicado en la isla, para mí, de las mejores de New York.
Visita la Grand Central Terminal
Este cuarto día, se puede combinar visitando la Grand Central Terminal, el Vessel, el Toro de Wall Street, la estación del Oculus la más cara del mundo en el 2014… y por qué no, el Museo del Helado. Hahahha.
Zona del Times Square
Finalmente, el quinto día, puede ser dedicado para conocer la emblemática zona del Times Square. Si visitamos New York y no pasamos por el Times Square, la visita a esta ciudad estaría incompleta. Sentarse en sus escaleras rojas, divisar las imponentes pantallas gigantes que deslumbran hasta el más desprevenido, y que, según expertos, el destello de estas pantallas puede ser divisadas desde el espacio; disfrutar de sus espectáculos callejeros y pasearse por sus andenes, hacen una verdadera experiencia americana. Esto incluye necesariamente probar una buena donuts en krispy Kreme, probar algo en un carrito callejero, y si se quiere algo un poco más latino a buen precio, recomiendo el restaurante Havana, comida cubana deliciosa con buena música.
También, estando en esta zona, se debe hacer el esfuerzo económico por entrar alguna de las obras o musicales de teatro en Broadway. Yo estuve en la del Rey León, y de verdad queda uno asombrado.
Para complementar este día, conviene caminar por la Quinta Avenida, y si el presupuesto alcanza, no dejen de entrar a sus famosas tiendas de ropa, calzado, relojería, juguetería, algunos templos, destaco dentro de estos la Catedral de San Patricio, y un paseo a media cuadra por el Radio City Music Hall.
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Ahora, frente a la pregunta que se pueden estar haciendo, de cómo logré identificar esta ruta turística para sacarle el mejor provecho a mis vacaciones, les cuento que lo logré gracias a la asesoría de TravelLovers. Y frente a la pregunta de cuánto cuesta entrar a estos diferentes lugares, destaco que muchos de estos puntos y otros, (salvo las comidas) los realicé adquiriendo el servicio de 5 días del New York Pass que, por un valor de 184 dólares, me permitió acceder de forma directa a estas atracciones, museos y demás, todo asesorado por TravelLovers.
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